Una de las preguntas más recurrentes entre aquellas personas que comienzan a experimentar con la fotografía es ¿cómo saber que lente es el más adecuado? y su respuesta puede ser motivo de una interesante discusión, ¿existirá realmente el lente ideal? y no me refiero a una marca en particular, si no a aquel que pueda servir para todo tema y ocasión.
Para poder responder a todo esto es necesario refrescar algunos conceptos y establecer una clasificación simple de lentes fotográficos que permita conocer cuales son las diferencias que existen entre lentes u objetivos zoom y los llamados prime o de focal fija.
Lentes zoom
En muy pocas palabras es un tipo de objetivos muy versátil que tiene la capacidad de ser varios lentes en uno ofreciendo un control rápido del encuadre y por ende de la composición visual.
Lo usual es encontrarlos en rangos que cubren las distancias correspondientes a gran angular-normal y normal-teleobjetivo, pero también existen los llamados súper zoom que cubren desde gran angular a teleobjetivo.
El peso, tamaño y precio es lo que marca claras diferencias en este tipo de objetivos, como se puede entender al ver la diversidad que hay entre los zoom que se incluyen con las cámaras nuevas como parte de un kit y aquellos de alta gama que se pueden comprar por separado.
Los zoom de alta gama generalmente se pueden distinguir porque ofrecen una generosa abertura (usualmente f 2.8) que se mantiene constante a lo largo de todas las distancias focales del lente (contrario de lo que ocurre por ejemplo en un 18-70 de abertura variable f 4-5.6). Su construcción implica una gran cantidad de recursos tecnológicos y una cuidadosa elaboración con materiales de mayor calidad y duración lo que hace aumentar su peso, tamaño y por supuesto el precio. Este tipo de objetivo no se encuentra en el rango de súper zoom.
La principal ventaja que nos ofrecen todos los zoom es la de poder variar el encuadre de lo fotografiado sin tener que caminar hacia delante o atrás.
Lentes prime
Hace muchos años, los fotógrafos debían mirar el mundo con objetivos de distancia focal fija, si estaban muy cerca debían caminar hacia atrás y si estaban lejos debían dar algunos pasos aproximándose, y de esa forma algunos muy conocidos llegaron a dar la vuelta al mundo, como Cartier-Bresson con una Leica y sus tres lentes fijos (35, 50 y 135 mm).
En este tipo de lentes no existe la opción de reunir varios lentes en uno, o se tiene un gran angular, o es un normal, o, simplemente, es un teleobjetivo. Pero, como recompensa a esta limitación se ganan otras cosas, por ejemplo aberturas mas amplias, menor tamaño, incluso a veces un peso reducido.
Los lentes prime y su amplia abertura son la primera opción cuando tenemos que fotografiar bajo condiciones de escasa luminosidad sin la opción de recurrir al flash, como puede ser durante una obra de teatro, o cuando buscamos reducir al mínimo la profundidad de campo.
Este tipo de lentes presenta el desafío de aprender a componer sin poder recurrir a la capacidad de re encuadre que ofrecen los zoom, por lo que su uso puede ser un muy buen recurso para aquellas personas que comienzan a caminar por el mundo de la fotografía.
Su principal falla es la incomodidad que puede significar el tener que estar cambiándolo según sea el tipo de fotografía.
Un comentario adicional
El lente que pueda servir para todo uso todavía no existe, de lo que se puede disponer es de un conjunto de objetivos que se van a adaptar mejor que otros ante situaciones específicas y miradas muy personales del mundo por el que caminamos.
La elección del lente más adecuado es una decisión que al final involucra el factor económico y por lo tanto no debe ser tomada a la ligera, recuerda que la fotografía se debe disfrutar si lo que deseamos es obtener imágenes que nos satisfagan en lo personal. El mejor equipo no es una cámara o un lente, es quien se encuentra detrás de ellos.
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