Si tu cámara no ofrece seleccionar el área de enfoque te propongo la siguiente idea: enfoca primero, y compone después. Parece algo contradictorio tener que evitar colocar al centro del visor lo más importante en la imagen y además obtener que se mantenga enfocado.
Desde el punto de vista de la composición de una imagen, las fotografías que tienen su elemento principal en el centro son aquellas carentes de fuerza y que no logran entusiasmar al observador. Al obligarte a enfocar lo que se encuentra en el centro es como si el fabricante de tu cámara se empeñase en demostrar lo contrario, pero la solución (a menudo olvidada en los manuales) se encuentra a menos de un dedo de distancia.
La técnica que describo a continuación (le llamo enfoca primero, compone después) se puede aplicar tanto en cámaras compactas como en las más sofisticadas SLR digitales.
Dependiendo del modelo de tu cámara es el procedimiento que puedes revisar, pero para todos comienza de la misma manera:
• Observa por el visor de tu cámara lo que te interesa que quede enfocado, este elemento deberías verlo al centro de tu visor.
• Luego presiona suavemente el botón de obturación de tu cámara, sólo hasta medio recorrido.
• Espera que tu cámara te entregue la indicación de que ya está enfocado (esto puede variar dependiendo del modelo, puede ir desde escuchar una señal audible, hasta ver una confirmación visual).
• Sin soltar el botón de obturación recompone tu imagen, es decir puedes mover tu cámara para cambiar de posición al sujeto en el interior del visor.
• Termina de presionar el botón para hacer la fotografía.
Esta técnica es simple y se puede adoptar en una gran cantidad de situaciones en las que el motivo a fotografiar se encuentre relativamente estático.
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