Una buena fotografía de viajes es aquella capaz de transmitir las sensaciones, emociones y experiencias vividas por la persona que está detrás de la cámara. Esto se puede lograr al conocer los diferentes elementos que se pueden encontrar durante un viaje, como son las personas y su vida diaria, la arquitectura, la flora y fauna, el paisaje.
Si lo que ves a través del visor te logra emocionar, si esa imagen la recuerdas largo tiempo después de haberla tomado estás por buen camino, ya que parafraseando al Principito «lo esencial es invisible a los ojos».
[sociallocker]Prepararse supone considerar varios aspectos, desde la lectura para conocer el lugar y sus costumbres, hasta la elección del equipo para un viaje fotográfico, existen una gran cantidad de decisiones que deben ser tomadas en casa antes de salir con nuestra mochila en la espalda, a eso se le debe agregar una gran capacidad de improvisación y adaptación
La cámara
Debe ser resistente y sencilla de operar, pero también debe ofrecer las opciones de poder trabajar en manual o a lo menos con prioridades de abertura y velocidad. Para esta se deben llevar varias baterías de repuesto con su correspondiente cargador.
Los lentes
En la actualidad lo que más fotografío es lo que cae dentro del género de fotografía de viajes y mi equipo debe ser resistente, liviano e idealmente luminoso, curiosamente este se parece bastante al equipo que usaba cuando comencé a trabajar profesionalmente como reportero gráfico para la Agence France Presse en los años 80, pero si me tocase elegir nada más que un sólo lente aceptaría un 50 mm o mejor un 35 mm de gran abertura.
Si puedo llevar más equipo incluiría un par de lentes zoom que me permitan cubrir un gran rango de distancias focales (por ejemplo uno que cubra las distancias gran angulares y el otro el rango de teleobjetivo).
Si me seduce fotografiar detalles agregaré a mi bolsa de equipos un lente para macrofotografía. Ahora, si mi tema pasa por la fauna salvaje deberé considerar un potente teleobjetivo.
Cada lente debería incluir su correspondiente filtro del tipo UV y parasol.
Tarjetas de memoria
Por precaución prefiero actuar conservadoramente y utilizar tarjetas de mediana capacidad (4 u 8 Gb). Si se me pierde o falla alguna no pierdo demasiadas fotos. Siempre mantengo varias de ellas en mi mochila ya formateadas por mi cámara y listas para ser utilizadas.
Asegúrate de que la tarjeta que escojas sea compatible con las recomendaciones que hace el fabricante de tu cámara y evita aquellas de marcas poco conocidas.
Otros accesorios
Un flash externo y si es posible un cable para poder retirarlo de la cámara, junto con pequeños difusores y una pantalla reflectora me permiten llevar un mini estudio al terreno.
Un trípode robusto y eventualmente un monopié, junto a cables de obturación nos permitirán continuar trabajando cuando la luz sea escasa, y además controlar cuidadosamente el encuadre y la distribución de los diferentes elementos visuales en la imagen.
Si cambiamos frecuentemente de lentes en terreno el sensor de la cámara comenzará a atraer polvo y suciedad y eso terminará degradando la calidad de nuestras fotografías. Por más cuidado que se ponga esto ocurrirá tarde o temprano y para minimizar sus efectos se encuentra el kit de limpieza.
Debe ser simple, pero eficiente. Una pera de aire, líquido para limpiar lentes y papel tisú, además de un paño para secar la humedad es suficiente.
Si viajamos a lugares donde llueve intempestivamente se deberá considerar una capa de agua para el equipo y otra para nosotros.
La bolsa de transporte
Cuando vemos fotografías de espectaculares paisajes, realizadas muchas veces en lugares de difícil acceso no deja de inquietarnos el cómo se debe transportar el equipo para que llegue sin sufrir ningún daño y sin ser una pesada e incomoda carga para quien debe llevarlo.
A lo largo de la historia de la fotografía han sido los fotógrafos quienes diseñaron y adaptaron bolsas, morrales y mochilas para cumplir con su destino de descubridores del mundo, y nombres como el de Jim Domke y Greg Lowe llenan páginas de catálogos dedicados a situaciones específicas y fotógrafos de intereses especiales.
Los criterios que debemos usar para seleccionar una bolsa o mochila son mas bien simples y apuntan a la funcionalidad y protección del equipo fotográfico.
• Peso ligero. Mientras menos pese, mayor será la cantidad de cosas que podamos llevar en ella
• Construcción de elevada resistencia con materiales de elevada calidad
• Tela impermeable y cubiertas protectoras
• Fácil de organizar. Bolsillos interiores, separaciones, bolsillos de malla para ver su contenido
• Abertura / Cierre rápido y lo más hermético posible
• Espacio para llevar ropa y alimento para una jornada
• Diseño compacto y detalles de comodidad. Correas acolchadas, correas de cintura y esternón
• Diseño discreto
Las bolsas y mochilas diseñadas específicamente para fotógrafos cumplen en la mayoría de los casos con los siete primeros puntos de la lista pero algunas fallan precisamente en un diseño exterior que no llame la atención con etiquetas representando una cámara o denominaciones como «photo bag» y conocidas marcas de equipamiento fotográfico.
El peso de la bolsa o mochila debe ser mas bien bajo ya que sobre nuestras espaldas no podemos transportar una gran cantidad de peso (en el mejor de los casos no debe exceder de 24 Kg) y esa la principal causa de que para caminatas prolongadas se deben desechar las bolsas tipo morral o que cuelguen de un solo hombro.
Como recomendación adicional resulta de gran interés el que la mochila escogida (tanto si está especialmente diseñada para fotografía como si decidimos utilizar una de muy buena fabricación) debiera tener elementos que nos permitan transportar externa y cómodamente nuestro trípode en posición vertical para una mayor estabilidad.
Finalmente, si viajamos en avión es importante que sus medidas no superen el límite aprobado por la TSA (Travel Security Agency de los EE.UU.) y las líneas aéreas para ser transportada como equipaje de mano en cabina.
La inspiración
Tengo varios fotógrafos de viaje favoritos. Por ejemplo considero a Henri Cartier-Bresson, Art Wolfe y Galen Rowell, pero en esta lista se quedan muchos afuera. Para mi, todo fotógrafo que sale de la comodidad de su estudio con la cámara al hombro dispuesto a recorrer el mundo está caminando en la dirección de esta disciplina.
Si hacemos el ejercicio de ver que equipo utilizaban ellos podrás tener una idea de cual podría sernos útil.
Otras ideas
Con todos estos elementos no hacemos mejores fotos, pero nos aseguramos que siempre estaremos en condiciones de tomarlas.
Recuerda que el ingrediente fundamental de toda fotografía es quien se coloca detrás de la cámara y decide que y como fotografiar.
[/sociallocker]Puedes aprender mucho más de este y otros temas participando en nuestros cursos de fotografía y viajes fotográficos.