Si disfrutas de salir a fotografiar grandes espacios es más que seguro que por mucho cuidado que tengas el equipo se ensucie luego de algunas horas en la naturaleza, y aunque su limpieza forme parte de una odiosa rutina es necesario dedicarle algo de tiempo para seguir usándolo en óptimas condiciones.
Este tema trata sobre uno de los aspectos más importantes después de una salida para hacer fotografías: La limpieza y mantención del equipo fotográfico
En más de una oportunidad he visto fotógrafos demasiado confiados que prácticamente cubren de tierra sus lentes y otros que casi sumergen en agua sus cámaras por el poco cuidado que le prestan a sus equipos, pero este tema está dirigido a aquellas personas cuidadosas que quieren prolongar al máximo la vida útil de estos.
La mayoría de las operaciones de limpieza se pueden dividir en dos grandes grupos: las que permiten aplicar gran energía y las que obligatoriamente requieren de gran delicadeza.
Para las primeras se puede usar una escobilla de cerdas duras, una esponja o un trapo de cocina, pero para las segundas es necesario contar con experiencia si queremos trabajar con seguridad.
Un caso práctico
El trípode es uno de aquellos elementos que suele requerir un poco de limpieza y mantención luego de una salida. El polvo, la tierra e incluso arena se puede meter en sus ajustes, el agua, la nieve y el barro puede penetrar por sus secciones, pero lo que no debería ocurrir es que alguno de estos elementos llegue hasta el cabezal del equipo.
Esta pieza es una parte fundamental y fabricada como instrumento de precisión, por lo que toda precaución que podamos tomar para su manipulación no estará de más. Lo usual es cubrirla con una bolsa o funda de plástico que se pueda ajustar con elásticos y en caso de tener que sacudir el polvo acumulado es preferible utilizar una brocha de cerdas suaves pero firmes (el movimiento es desde adentro hacia fuera).
Para la limpieza general del trípode puede ser necesario tener que lavarlo bajo una llave de agua, pero sin usar detergentes y paños abrasivos. Luego de finalizar esto es necesario dejar escurrir el agua y secarlo cuidadosamente (los metales están propensos a la oxidación).
Limpieza del cuerpo de la cámara
El polvo junto a la grasa y sudor de las manos puede formar un verdadero barro en el cuerpo de la cámara, esto no sólo tiene un efecto desagradable desde el punto de vista estético, si no que además puede entorpecer el funcionamiento de las escasas partes móviles de la cámara.
Su limpieza se debe hacer con energía y para esto se puede usar un cepillo de dientes o una escobilla de uñas. El sentido de la limpieza debe hacerse evitando depositar residuos en lentes y otras partes delicadas.
Limpieza de lentes y filtros
Esta operación se debe realizar utilizando los elementos que forman parte de los kit de limpieza que se pueden comprar en las tiendas dedicadas a fotografía.
Lo primero es eliminar restos de polvo, para esto se puede utilizar una pera de aire (también conocida como “blower”).
Si el lente o filtro tiene marcas de dedos u otro tipo de suciedad será necesario recurrir al líquido de limpieza. Este se aplica dejando caer unas pocas gotas sobre el filtro o lente en posición horizontal, luego se procede a esparcir primero y secar después (para esto sirve el papel tisú) siguiendo un movimiento circular en el sentido de manecillas del reloj desde el centro hacia los bordes.
Limpieza del sensor
Tarde o temprano llegará a depositarse algo de polvo sobre el sensor de nuestra cámara y dependiendo de nuestro grado de experiencia y temeridad es que podremos acometer su limpieza.
En realidad lo que podemos limpiar es un filtro que se coloca sobre el sensor, pero sin cuidado se puede estropear de manera irremediable (si no sabes como limpiarlo es preferible pagar a un técnico responsable por este trabajo).
Hay diferentes métodos para ayudar a la limpieza del sensor, algunos son más eficientes que otros, y en casos específicos hay unos que ni siquiera se deberían intentar como por ejemplo es el uso del aire comprimido o a presión (por su excesiva potencia y por los aditivos que incluyen).
La manera más simple de ayudar a la limpieza del sensor es usar una pera de aire y con ella soplar la superficie del filtro indicado más arriba en el texto. Se debe retirar el lente y con la cámara en función Manual (M) buscar la velocidad BULB, mientras se mantenga presionado el obturador el espejo estará levantado.
Para este procedimiento es necesario disponer de una batería a plena carga y evitar tocar componentes del interior de la cámara con la pera de aire.
Existen otros métodos más enérgicos como es el caso de las paletas que junto a líquidos especialmente formulados se utilizan para barrer la superficie del filtro.
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